¿SUEÑAN LOS CRISTALES…?

Hace un año o año y medio, en una librería cercana a casa hubo liquidación de libros de la editorial Minotauro, en tapa dura y con portadilla. Títulos como “Neuromante”, “El verano del pequeño San John” o “El hombre ilustrado” cayeron en mis manos en poco tiempo. Encontrar libros de CF a buen precio, en perfecto estado y con buena pinta es para el aficionado de CF lo que para John Silver una buena botella de ron (digo yo). Entre los títulos que adquirí para mi pequeña biblioteca del género, estaba “Los cristales soñadores” de Theodore Sturgeon, al que recordaba por el libro mencionado y por la recopilación de relatos “La fuente del unicornio”. Hoy terminé de leerlo.
A bote pronto he tenido la sensación de haber leído una novela de Ray Bradbury, o quizás me recuerda a “La feria de las tinieblas” y por eso, y no por otra cosa, pienso en Bradbury una vez cierro el libro. En realidad no creo que ambas novelas se parezcan tanto, es simplemente, aunque a nadie más le ocurra, una asociación de ideas. Incluso, en un instante del inicio de la novela pensé en “Coraline” de Neil Gaiman, en esa niña que cruza una puerta y encuentra… en fin, encuentra lo que encuentra, que no lo pienso contar porque no viene a cuento.
La novela comienza como un cuento extraño, en el que un niño infeliz, Horton Bluett, come hormigas y atesora una marioneta con ojos de cristal. Tiene un padrastro monstruoso. Mucho más que cualquiera de los fenómenos que trabajan y viven en el circo del Caníbal, así llamado por lo mucho que se parece la pronunciación de su apellido, Monetre, a la palabra Maneater, pero también por su odio hacia la humanidad. Horty, escapado y herido, se encuentra con varios componentes de ese circo y se une a ellos, a la albina Bunny, al hombre serpiente Solum, al pequeño fumador Havana y a la hermosa y diminuta Zena. Pero nada parece ser lo que es, ni siquiera Horty y, poco a poco, descubriremos que no es sólo un relato de fantasía, no únicamente una novela de freaks, ni de malvados personajes que sueñan con vengarse de la humanidad. ¿Qué ocurre cuando los cristales sueñan? ¿Sueñan los cristales con hombres de carne y hueso?