Sin duda, bajo el burka se esconden muchas historias, aunque la mayoría tengan que ser tristes porque esta vestimenta, básicamente, es una forma más de segregación para las mujeres. Así nos lo cuenta Asne Seierstad, la periodista noruega autora del libro “El librero de Kabul”, libro que terminé ayer de leer y que me ha dejado un sabor amargo, aunque ha sido una lectura intensa que recomiendo sin dudar.Asne Seierstad vivió durante cuatro meses con la familia de un próspero librero, Sultan Khan, de la ciudad de Kabul y su experiencia quedó plasmada, en forma de novela, en este libro. Asne no nos relata por si misma lo que le contaron, lo que vió o experimentó, sino que deja que los protagonistas vivan sus propias historias. Imagino que, como mujer, no pudo menos que centrarse en las mujeres de la familia del librero. Mujeres que han vivido o crecido en la época taliban y cuyo destino está en manos de los hombres de su familia. Sus esposos, hermanos, padres tienen la prerrogativa de decidir sus destinos: si pueden o no estudiar, si pueden o no trabajar, cuando y con quién se casarán, y cualquier etc que se os pueda ocurrir. En Afganistán las mujeres no tienen derecho alguno y su vida transcurre entre las paredes de la casa familiar o bajo el espeso burka las pocas veces que salen, que no sólo impide que las vean los demás sino que les impide ver a ellas mismas. La espesa mirilla que tapa sus ojos es como unas anteojeras.
El libro va presentándonos a los personajes que rodean la figura del librero del que la autora dijo que era un hombre con diversos lados. Por un lado, es un hombre apasionado por los libros, por la historia, la literatura, la poesía. Un próspero hombre de negocios que ha tenido que vérselas con la represión de diversos regímenes, que ha sido encarcelado por vender sus libros y que ha visto como soldados analfabetos quemaban sus preciados volúmenes sin siquiera saber cual era el contenido de los mismos. Por otro lado, es un patriarca en su familia, gobernando con mano férrea a las mujeres que viven en su hogar, decidiendo por ellas, disfrutando el más alto estatus social dentro de la estructura familiar. Sin duda, podríamos creer que un hombre educado, ingeniero de carrera y amante de los libros, también podría ser un defensor de las mujeres, pero no es el caso.
En las páginas del libro conoceremos a Sharifa, la primera y fiel esposa del librero que tiene que soportar la humillación de ser desplazada por la segunda esposa, Sonya, una chiquilla que el librero cuida como si fuera una muñequita ornamental. Leila, la menor de los trece hermanos del librero, es quien se ocupa de las tareas del hogar desde el amanecer hasta entrada la noche. Cocina, limpia, cose, barre, y esconde los pocos sueños que es capaz de imaginar en la monotonía de su vida. Quizás es el personaje más tierno de toda la historia. Quizá fue con quien la autora se sintió más cercana, ya que durante algún tiempo ambas compartieron la habitación y, además, Leila podía hablar en inglés, lo que facilitó las conversaciones entre las dos mujeres.
A través de las páginas de la novela vamos conociendo de forma íntima a los miembros de la familia, con sus anhelos, sus tristezas y sus problemas.
“Leila nunca sale sola. No es bueno para una joven andar sin compañía. ¿Quién sabe donde podría ir? Quizás a encontrarse con un hombre, quizá a cometer un pecado. Leila ni siquiera va sola a la frutería que hay a unos pocos minutos del apartamento. Normalmente se hace acompañar por el chico de una vecina, o le pide que haga recados para ella. Estar sola es una idea desconocida para Leila. Ella nunca, jamás, ha estado sola en el apartamento, nunca ha ido a ningun lugar sola, nunca estuvo sola en ningún lugar, nunca durmió sola. Todas las noches duerme en una estera al lado de su madre. Ella, simplemente, no sabe que es estar sola, ni lo echa de menos. La única cosa que desea es un poco más de paz y no tanto trabajo”.
“El olor del polvo” (The smell of dust) Pag. 169
Traducido del inglés (por la que suscribe)
Ficha del libro
Titulo en inglés: The bookseller of Kabul
Autora: Asne Seierstad
Traducción al inglés: Ingrid Christophersen
Editado en inglés por Virago
Titulo en castellano: El librero de Kabul
Editado en castellano por Maeva