EL DIA DEL LIBRO (Y LA ROSA)
Como siempre he sido una lectora impenitente, el Día del Libro es (era) un día D en mi agenda. Incluso un par de ocasiones he cogido fiesta a fin de poderlo paladear a gusto. A cuenta de las vacaciones de verano, evidentemente :-).
Digo que era un día señalado en mi agenda, porque con tanto escritor mediático y tanto negocio por medio, llega un momento que te agobia pensar que, en realidad, no es un día para los lectores y sus autores favoritos, sino para las editoriales y los distribuidores (y los escritores mediáticos, que hacen su agosto aunque sea abril). Me contaba, hace un par de años, un bien conocido escritor a quien tuve el placer de conocer en persona (y cuyo nombre no quiero desvelar), que en una firma de libros le tocó compartir stand con un escritor mediático muy conocido. Mientras el otro tenía una cola más larga que la del pan, a él le vinieron cuatro gatos, lo que favoreció que incluso pudiera entablar alguna conversación con ellos.
Pero, a pesar de que me dije a mi misma que este año boicoteaba el Día del Libro (aunque ni yo misma me lo creía y, además, ¿a quien le importaba?) ya me he apuntado unas cuantas actividades para el día de mañana. Una de ellas es intentar conseguir un libro firmado para una persona a la que aprecio (y a la que sé que le hará mucha ilusión), otra es acercarme por la Plaza de la Catedral donde, a las 12 h., se reunirá un grupo de bookcrossers a liberar libros. Tengo unos cuantos libros que piden a gritos que haga algo con ellos que no sea criar polvo en las estanterías, así que al primero que pase por mi lado le regalo uno. Que no todo va a ser comprar ¿no?
Pero aquí no acaba todo, porque en la Ciutadella se celebra el Día de la Terra y, después de dejar que nuestros libros cambien de manos, probablemente nos acerquemos por el Parque. He leído en su página web que este año la Feria se dedica a las víctimas de la nuclearización del planeta, especialmente a las del accidente de Chernóbil. El lema de esta Feria es “Las Nucleares mataron el presente. ¿Queremos que maten al futuro?”.
Digo que era un día señalado en mi agenda, porque con tanto escritor mediático y tanto negocio por medio, llega un momento que te agobia pensar que, en realidad, no es un día para los lectores y sus autores favoritos, sino para las editoriales y los distribuidores (y los escritores mediáticos, que hacen su agosto aunque sea abril). Me contaba, hace un par de años, un bien conocido escritor a quien tuve el placer de conocer en persona (y cuyo nombre no quiero desvelar), que en una firma de libros le tocó compartir stand con un escritor mediático muy conocido. Mientras el otro tenía una cola más larga que la del pan, a él le vinieron cuatro gatos, lo que favoreció que incluso pudiera entablar alguna conversación con ellos.
Pero, a pesar de que me dije a mi misma que este año boicoteaba el Día del Libro (aunque ni yo misma me lo creía y, además, ¿a quien le importaba?) ya me he apuntado unas cuantas actividades para el día de mañana. Una de ellas es intentar conseguir un libro firmado para una persona a la que aprecio (y a la que sé que le hará mucha ilusión), otra es acercarme por la Plaza de la Catedral donde, a las 12 h., se reunirá un grupo de bookcrossers a liberar libros. Tengo unos cuantos libros que piden a gritos que haga algo con ellos que no sea criar polvo en las estanterías, así que al primero que pase por mi lado le regalo uno. Que no todo va a ser comprar ¿no?
Pero aquí no acaba todo, porque en la Ciutadella se celebra el Día de la Terra y, después de dejar que nuestros libros cambien de manos, probablemente nos acerquemos por el Parque. He leído en su página web que este año la Feria se dedica a las víctimas de la nuclearización del planeta, especialmente a las del accidente de Chernóbil. El lema de esta Feria es “Las Nucleares mataron el presente. ¿Queremos que maten al futuro?”.
6 Comments:
"Un libro acabado es un árbol que ha muerto, un libro en una librería un negocio que espera, un libro comprado una estafa al bolsillo, un libro dedicado un saludo a un desconocido y un libro leído una persona ociosa que no produce".
Provervio marciano.
¿Cómo ha ido esa liberación de libros? Yo intenté regalar alguno a los transeuntes y encima me los pedían envueltos para regalo. ¡Qué carota es la gente! :-D
Yo no puedo... de verdad que lo he intentado pero no puedo.
Y mira que es verdad que los tengo ya acumulados hasta por detrás del perchero y que muchos de ellos no volveré a leerlos pero... ¡es que no puedo! cada vez que intento elegir alguno para las recogidas del centro de menores, mi habitación se llena de "este no... este no... este no..."
amigo escritor: me gusta tu proverbio marciano, está más actualizado que el mío, la verdad. La liberación supongo que bien, gracias :-) tratamos de regalar un libro, porque el peque se empeñó en dárselo a un señor que pasaba, y lo tomaron por un pedigüeño. Está visto que nadie se fia de las cosas gratis. prefieren dejarse los euros en la librería.
Nepo: no eres el único que es incapaz de hacer semejante cosa. Hace falta entrenamiento. Yo, que llevo 3 años haciéndolo aún tengo dudas y me cuesta mucho desprenderme de los libros.
Vale, de momento la gente sigue con el MoneyCrossing. Que le vamos a hacer, es más popular. ;-)
Todos somos gente, no nos engañemos. Y la gente va donde la la gente. ¿Por qué? Parece que algo nos empuje al mimitismo, a enloquecer en Navidad comprando regalos, en Sant Jordi comprando la rosa y el libro... Nos estamos robotizando. ¿Quien se atreve a no comprar nada en todo un año y ser capaz de conservar el matrimonio, la familia y las amistades? ¿Quien acepta el reto? (y no sigo para no hacer publicidad de Pepsi).
¡Ey, mi perro acepta el reto!
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