27 mayo 2006

VIAJES A TRAVES DE LA ESTEPA (Y OTROS LUGARES DE INTERÉS)

Decía hace algunos días que, a veces leo un libro por casualidad. A lo que el buen amigo Joan Antoni comentó que hay quien lee por casualidad un libro, a veces. Lo que puede cambiar el significado entre una frase y otra utilizando casi las mismas palabras. Pero, en mi caso, jamás leo por casualidad, aunque sí tropiezo por ese mismo motivo con un libro y, a veces, me sorprende lo que descubro.
Estoy terminando de leer un libro que formaba parte de un lote de libros que una chica me donó para
Bookcrossing. No sé porque me quedé este para leer. Quizá me llamó la atención el que fuera un libro de viajes por tiernas lejanas. Quizá, pero no recuerdo el motivo por el que lo elegí y dejé los demás en las estanterías de La Baguetina Catalana (para quien quiera pasarse, está en Via Augusta 62 de Barcelona y, entrando hacia al fondo y a la izquierda, hay dos estanterías con libros para coger libremente).
“Penombra oriental” de
Albert Roca me ha hecho compañía durante estos días en mis trayectos en metro, transportándome a otros lugares. Aunque la lectura comienza poco inspiradora (el primer capítulo lo dedica a comentar cómo renovó su DNI para poder posteriormente hacer los trámites para el viaje) y la parte que habla de Pekín te deja un poco tristona, la historia se anima cuando nuestro protagonista-autor, un viajero que observa pero trata de no experimentar, decide contratar una excursión en Ulan Bator, para pasar unos días en los gers nómadas de la reserva nacional de Terelj. Allí conocemos a Naranhuu y a Buyana, sus dos guías en las estepas mongolas, y también un poco ángeles de la guarda. Con ellos descubriremos las incomodidades de montar a caballo durante largas horas y de ser pasajero de un carro tirado por un yack. Aunque el autor se pasa la mayor parte del tiempo quejándose de las incomodidades y males diversos, también nos ofrece una visión personal de lo que le rodea con cierto tono de humor, aunque el libro no tiene nada de humorístico.
La novela está formada por capítulos muy cortos, algunos incluso de menos de una página, más parecidos a las entradas de un post de blog que a cualquier otra cosa. En algunos capítulos nos recrea el ambiente en el que se encuentra, en otros, simplemente, expresa aquello que siente. Espero terminarlo este fin de semana. Y sí, me apetece recomendarlo, creo que es una lectura interesante y vale la pena hacer ese viaje a través de las letras.
Por otra parte, siguen las casualidades. Volviendo a casa me encontré un libro en el suelo. Nuevo y limpio, aunque estuviera al lado de un contenedor de basuras. Lo recogí con cierta precaución, pero las tapas están impecables y parece no haber sido ni leído. Está en inglés pero eso no es un impedimento, ya que me encanta leer en inglés. Y siempre resulta buena práctica para mantener fresco lo aprendido.
El libro, "The bookseller of Kabul", es de Asne Seierstad, una periodista noruega que convivió varios meses con una familia afgana. La historia se centra en Sultan Khan, un librero de Kabul que ha visto como distintos regimenes han quemado o saqueado sus libros, pero que sigue al pie del cañón. A través de Sultan y su familia, Asne habla de la vida en Afganistán, de cómo viven las mujeres (ella misma vivió bajo un burka durante su estancia) y los hombres de ese país. Sólo he leído el capítulo de introducción pero me ha parecido muy interesante lo que cuenta en tan poquitas páginas. Será mi próxima lectura.
Buscando por Internet apenas he encontrado nada sobre este libro, "
El librero de Kabul", que está traducido al castellano por la editorial Maeva.

El pasado día 25 se celebraba el “Día del orgullo friki”. No vi a nadie disfrazado en el super ni en el metro, pero eso no quiere decir que no hubiera quien saliera a la calle con su mejor pijama star-treckiano ni con el casco del amigo Vader bajo el brazo (por eso del calor).
Como curiosidad, os dejo una página sobre esta celebración.

4 Comments:

At 9:30:00 p. m., Blogger escritor1 said...

Pues yo sí que no leo este blog por casualidad. Me encantan siempre tus recomendaciones y tomo buena nota de ellas.
Por cierto, menuda potra tienes. Yo nunca me encuentro libros por la calle, ni nuevos ni en mal estado. Sólo caquitas de perro, pero éstas ya me las sé de memoria.
Sobre el Día del orgullo Friki...¡pero si ya están en el poder! No me digas que consideras a Bush y toda la cohorte gente normalita, ey.

 
At 9:32:00 p. m., Blogger escritor1 said...

¡Ejem! ¿Dejas libros en la Baguetina Catalana? ¿Debo suponer entonces que el pan que me vendieron el otro día no es que fuera duro, es que se trataba de un libro? ¡Esto se avisa, voy a tener un empacho de letras!

 
At 11:22:00 a. m., Blogger Suskiin said...

Bueno, si te sirve de consuelo yo también encuentro caquitas de perro (y no las recojo, claro) pero no sé si tengo potra o aquí la gente es muy poco de letras, pero no es el primer libro que encuentro. Hace unos meses encontré la tercera parte de ESDLA en francés! Y también un libro viejito (pero bien conservado) de un curso de francés del año del catapun.

 
At 8:11:00 p. m., Blogger escritor1 said...

Curioso que siempre encuentres libros en otro idioma. Y no lo digo como broma, ahora recuerdo que ¡una vez! encontré un libro en francés, "Zaza dans le metro". Por supuesto, lo encontré en el metro. ¿Bookcrosing aficionados del extranjero? O eso o que los turistas leen más, jopé.

 

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